
AMAGALMA PSI
Soy Florencia Acosta, licenciada en Psicología en la Universidad de Buenos Aires , docente en una práctica del ciclo de formación profesional de la carrera de Psicología (UBA). Trabajo desde el marco del psicoanálisis, a partir de los desarrollos teóricos de Jacques Lacan y sus influencias, provenientes de múltiples campos.
El nombre AMAGALMA resulta de combinar la palabra AGALMA (un concepto relevante de la teoría lacaniana que tiene que ver con la causa de deseo) con la palabra AMALGAMA (unión o mezcla de cosas de naturaleza contraria o distinta -RAE-).
AMAGALMA invita al encuentro, al cruce, al diálogo con otrxs (colegas, consultantes, lectorxs, estudiantes) ofreciendo posibilidades:
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-Construir un espacio terapéutico, apostando a un psicoanálisis.
Atención a niñxs, adolescentes y adultxs.
Orientación a madres y padres.
-Espacios de transmisión, lecturas clínicas y supervisiones (grupales o individuales) orientados a una construcción conjunta.
Hoy en día se oye con frecuencia el término “deconstrucción” aludiendo al estallido de los “mandatos” impuestos por otros. Aquellos que vamos absorbiendo a lo largo de la vida y que provienen del entramado sociocultural en el que estamos insertos. Crecer sin referencias no es posible porque estas orientan y ordenan el mundo propio, tienen que ver con las leyes que rigen los comportamientos de cada quien, con la transmisión que hacen nuestros distintos otros sobre cómo se hacen las cosas.
Al hablar de leyes me refiero principalmente a su aspecto simbólico. Por ejemplo, algo trillado que suele decirse: “Para desarrollarse como ser humano es necesario estudiar, trabajar y ser buena persona, construir una familia y disfrutar del tiempo libre”. ¿Qué es ser buena persona? ¿Qué implica estudiar? ¿Para qué trabajamos? ¿Qué sabemos sobre el disfrute? Una cosa es lo que nos dijeron sobre todo eso, que viene del Otro (concepto lacaniano), y otra muy distinta lo que esos aspectos van representando para cada quien a medida que incorporamos a nuestra experiencia vivencias novedosas que podrían conformar un “nuevo saber hacer”.
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Un análisis es “a espaldas” de lo normativo. Para separar lo que viene del Otro de lo que pueda advenir como propio: un análisis conduce a eso. Con sus vueltas, sus idas y venidas necesarias; no sin ir verificando cierto alivio, que será producto de trabajar con la angustia que esa separación genera.
Un espacio donde la orientación sea primero para deslindar y luego amalg(amar).
